“[...] Me quedé atónito al sentir que estaba flotando en el aire, rígido y horizontal, distante unos pocos palmos de mi lecho... Al darme la vuelta, cosa que hice por un impulso inconsciente, me vi tumbado en la cama, estático y sin movimiento. Me sentí unido al cuerpo físico que yacía en la cama, a algo más de un metro de distancia de donde yo me hallaba, por una especie de cordón elástico... Entonces advertí que el cable que me unía a mi cuerpo yerto comenzaba a ejercer una fuerte e irresistible presión sobre mí, obligándome a retroceder. Ocurrió el proceso inverso al de la salida, hasta que me sentí de nuevo en mi cuerpo...”
Carl G. Jung
El viaje astral es la capacidad del individuo de permanecer fuera de su cuerpo físico por un tiempo limitado más o menos prolongado, durante el cual se es plenamente lúcido y consciente, pudiendo reconocerse en ese estado.
Su finalidad es proporcionar descanso a todos tus cuerpos y darte a conocer tu verdadera magnitud existencial. Quien en verdad Tú eres.
Porque probablemente, seas algo distinto al reflejo que ofrece un espejo sobre ti, sobre tu cuerpo. Seguramente, seas mucho más que la suma de todos y cada uno de tus cuerpos. Esos con los que tu conciencia, alma, ser o espíritu —como quieras llamarlo— utiliza para manifestarte adecuadamente en cualquier espacio o dimensión, aunque solo seas consciente de una de ellas a la vez. Y como que estás aquí, en la tierra, en la dimensión física, es exactamente este estado físico el que reconoces como real y verdadero.
Entonces sucede que, un día despiertas de un sueño especialmente real. Un sueño en el que eras consciente de soñar, en el que te resultaba difícil distinguir si estabas totalmente despierto y lúcido o soñando intensamente, y te cuestionas la posibilidad de otras realidades no físicas. Al despertar del todo, te das cuenta que tu cuerpo físico no ha participado de esta experiencia o nueva realidad no física, o dicho de otro modo, viaje astral.
Se abre un inmenso universo lleno de posibilidades donde, el aprendizaje sobre uno mismo se torna, poco a poco, una prioridad. La experiencia astral puede comenzar por la sensación de volar. Su control parece ser decisivo para ganar confianza en la experiencia que permitirá ir alcanzando nuevos objetivos. Objetivos y sucesos que deberás observar con madurez, lejos de autoengaños y banalidades.
Pero no en todas las ocasiones puede resultarte agradable. A veces, antes de dormirte por completo, una fuerte vibración convulsionará todo tu cuerpo. Con el tiempo se hace más liviana y llevadera. Otras veces, algo parecerá quebrarse dentro de tu cabeza o un fuerte zumbido ensordecerá toda comprensión. Al principio te sorprenderá, pero más adelante, estas mismas sensaciones te anticiparán que la experiencia proyectiva se está produciendo y aprovecharás la ocasión sin dudarlo.
Entonces descubrirás tu nuevo cuerpo astral, ese con el que has salido fuera. Con el que puedes volar y atravesar paredes u objetos. Descubres que no necesitas hablar para comunicarte, que no necesitas respirar para vivir. Descubres que hay otros como tú y otros que no lo son; se les distingue por su luz, por su lucidez. También serás consciente de la permanente e incondicional compañía de tus amparadores, dispuestos a ayudarte en todo lo que solicites y sea justo.
Querrás investigar mucho más. Te darás cuenta de la importancia de las energías que, a nada que te lo propongas, serás capaz de mover y con ellas, asistir a unos y sanar a otros, ya estén allí o aquí en la tierra. En las dimensiones no físicas o extrafísico, el pensamiento es acción. Es tan rápido que cualquier cosa que te propongas hacer, ya la estarás haciendo. Si piensas en algún lugar conocido ya estarás allí y si piensas en algún familiar o amigo fallecido, lo más probable, es que vayas donde él está. El encuentro es muy, muy emotivo y siempre aleccionador.
Un día, proyectado en el astral, sentirás que eres especialmente consciente y lúcido y que ese cuerpo astral con el que empezabas a familiarizarte, hoy no está disponible, y sabes exactamente por qué. Tu experiencia va más allá y estás bajo la influencia de tu cuerpo mental. Totalmente dispuesto a absorber un nuevo concepto de información; lo aprovechas. Un sinfín de imágenes y conceptos sobre ti mismo pero pertenecientes a otros momentos de tu existencia, fluyen hacia ti, y lo entiendes todo. Tus anteriores vidas, tus anteriores periodos intermisivos o entre vidas, quedan desvelados poco a poco, según los vas necesitando en tu actual vida. Se trata de tu memoria conciencial o registros akáshicos, ahora accesibles por ti mismo.
Todo este nuevo conocimiento, hará mella en ti. No podrás ignorarlo y lo utilizarás para mejorar tu dirección en tu próxima vida física. Intuyes que serán muchas. Todas ellas te darán la oportunidad de evolucionar hacia donde realmente quieres, aparte de tropezones diarios. Programarás tu próxima vida con el conocimiento del pasado, evitando algunas situaciones incómodas o inútiles. Y lo harás en un especial estado de superconciencia.
Es cierto que allí, en la dimensión astral te podrás encontrar con gente de idénticas cualidades que aquí, en la dimensión física. Somos lo mismo aquí que allí. Pero el modo por el que nos encontramos depende de lo que llamamos afinidades. Éstas dependen de tus actividades, dependen de tu forma de pensamiento, de cómo te comportas aquí y allí. Podemos decir que, atraemos a conciencias que se comportan como nosotros, para bien o para mal, y que, acudiremos a los lugares donde nuestro pensamiento mantiene ciertas afinidades, aunque no nos lo propongamos. Deberás cambiar tu forma de pensar aquí, en tu actual vida física. No lo dejes para luego. Es muy importante que conozcas cómo funciona la creación de tus pensamientos y la repercusión que tienen. Tus experiencias astrales serán mucho más positivas y enriquecedoras.
Esta nueva conciencia, tendrá muchas más repercusiones en tu vida. Irás haciendo crecer en ti tus habilidades extrasensoriales. Potenciándolas si ya las tenías y adquiriendo las que no. Me refiero a la telepatía, clarividencia, mediumnidad, sanación, etc.
Todo un desafío… pero siempre ha estado dentro de ti. Ahora sácalo, utilízalo y disfrútalo con seguridad y confianza.
CienciasEvolutivas.com® te ayuda a discriminar estas diferentes realidades con absoluta serenidad. ¡Vuela!
© Alberto José Sánchez
Director de www.cienciasevolutivas.com®