Una vez que se ha reflexionado sobre la naturaleza completa del ser humano y esto pasa por aceptar que su realidad es multidimensional y multisomática, condiciones que le permiten ir de aquí para allá en sus diferentes formas de manifestación y en los espacios o dimensiones propias a cada una de ellas, es importantísimo por no decir imprescindible que, la conciencia manifieste el conocimiento que le afecta en su presente condición, aquí en la tierra y coincidente con todos los cuerpos. Queda dicho y corroborado por la comunidad científica actual que el cuerpo energético, las energías, son las encargadas de transmitir la información que cada uno de los restantes cuerpos son capaces de experimentar y procesar. El conjunto de esta información es básica para el desarrollo y evolución de la conciencia, o sea, de quién en verdad es —el ser humano, nosotros— y cuanto antes tome conciencia de esta realidad, mucho mejor y mucho antes acortará los periodos evolutivos que, si bien no hay prisa, —será por una eternidad— sí es bueno y necesario que permanezca activo y en continua evolución hacia su propósito final.
La señalética es un conjunto de sensaciones que los humanos reciben a modo de código, en el cuerpo energético o aura y que afecta sensiblemente al cuerpo físico en forma de hormigueos, pinchacitos, presiones, cambios de temperatura, como si un pequeño insecto caminase por la piel, etc… todos muy sutiles. Estos anuncian la proximidad de otras conciencias extrafísicas o intrafísicas proyectadas. Ya sean ángeles o amparadores, ya sean egrégores o asediadores, ya sean miembros de su familia u otros individuos. Sabrás de quien se trata al observar estas inconfundibles señales en la piel.
Sólo necesitas un poco de práctica con esta ineludible comunicación interconciencial.
¿Podríamos determinar quién se acerca a tí a pesar de no verlo?
La respuesta es sí. La comunicación existe desde el momento en el que piensas en ello. Es decir, pensar en alguien o en algo, es crear un pensamiento que inevitablemente será acompañado y moldeado por sus respectivas emociones o sentimientos, envueltos en la propia energía que transportará ese impulso comunicativo a la velocidad de “ya”. Muchísimo más deprisa que la luz. Es simultáneo. Se trata del holo-impulso psicomental.
Cada individuo tiene una determinada frecuencia o vibración que lo define. Esta vibración alcanzará de forma interpretable sólo a aquello que vibra en su misma frecuencia. No exenta, sin embargo, de producir afectaciones incomprendidas, irracionales, inexplicables, positivas o negativas. Esta exclusiva vibración te dirá exactamente a quien pertenece la información captada, te dirá quién es. Ahora sólo debes aprender a interpretarla.
¿Cómo saber de quién o de qué se trata?
Lo primero e ineludible es conocerse a uno mismo, conocer a cerca de la propia vibración. No hay como saber dónde estás y dónde vibras —energéticamente hablando— como observar la realidad instintiva y espontánea. Es un gesto que repetimos una y otra vez en cada presentación. Hola ¿quién eres? Y respondes llevándote una mano al pecho, ¡soy yo! ¡soy… y das el nombre! Llevándote una mano al pecho, justo a la altura del chackra 4, a la altura del cardio-chakra o chakra corazón, cuya vibración emite un flujo lumínico color verde esperanza, —dentro del espectro de luz visible por el ojo humano—. Es la vibración de la asistencia; esclarecimiento y consolación o si lo prefieres de la sanación. En cualquier caso, ahí estos TÚ, ahí vibras TÚ.
En resumidas cuentas, todo lo que te vibra por encima del chakra del corazón pertenece a conciencias o frecuencias de mayor nivel evolutivo que el humano que hoy en día eres TÚ. Por ende, todo lo que te toca y vibra por debajo es necesariamente de un nivel inferior.
A la altura de los brazos te tocan tus familiares y amigos más íntimos. En los hombros, cuello y cara se manifiesta la sutil caricia de tus amparadores o guías. Por debajo del chakra del corazón y hasta la cadera, sentirás a cualquier humano proyectado o cuyo pensamiento, —holo-impulso psicomental— toque tu cuerpo energético y repercuta en la piel.
Y esas señales que a menudo sientes en las piernas. ¿A qué son debidas? ¿a quién se las atribuimos? Como con todo, primero debes estar seguro que no tienes ninguna afectación física. Con esta certeza te diré que estas sutiles señales, —a veces no tan sutiles— corresponden a conciencias poco evolucionadas y que se desenvuelven en las dimensiones del bajo astral o que, ignorantes de su condición de desoma —perdida del cuerpo físico, desencarnado— permanece en las dimensiones no físicas sin haber acudido aún al lugar que le corresponde, al hogar del que todos partimos. Unos y otros, en este estado y por un motivo u otro que, no voy a definir en este momento, son atraidos o se dejan llamar la ateción por la luz de un humano completo —vivo, encarnado, tú— a quién se acercarán solicitando su ayuda o su energía. Su vibración tocará sutilmente tu cuerpo energético y repercutirá en la piel de las piernas.
¡No discernir quién está a tu lado,
puede frustrar tu progreso si por él varías tu comportamiento!
Tú, como individuo completo capaz de absorber y expandir energía a voluntad, podrás decidir qué hacer. Si ayudarle, si alejarte o alejarlo para que no te moleste. Todo es válido, todo es correcto si tu acción es coherente a tu pensamiento. Pero eso sí, todos los actos tienen su consecuencia. La cosmoética y el karma siempre están presentes. No limitan el albedrio pero si marcan la conducta presente y futura de todo lo que existe.
Ahora ya sabes a quien tienes cerca de ti y puedes elegir como actuar. Ayudar a estas conciencias, colaborar con otras, limpiar los espacios y ambientes, protégete. La decisión es tuya. La responsabilidad también.
¿Crees que es posible?
¿Te apuntas?
Somos seres de luz y podemos hacer todo lo que nos propongamos.
¡El pensamiento es acción!
CienciasEvolutivas.com y el grupo de facebook "Viaje Astral Barcelona" propone el estudio de la Señalética del Aura y La Auto defensa Energética para crecer conciencialmente, conocer con quien compartir o a quien ayudar sin errores, sin autoengaños y crear espacios limpios y agradables. Esos mismos espacios donde vives, trabajas y te diviertes.